Falta Super Yo

Aquí estamos nuevamente frente a la pantalla del computador y escuchando buena música, ha coincidido que siempre que le dedico tiempo a mi blogger es porque algo sucede, justamente hoy me sucedieron varias cosas, algunas bastante lindas otras bastante detestables, pero esto no es un diario de vida, si no un lugar para la reflexión, por lo tanto comenzamos con el análisis de hoy.
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A veces sabemos las consecuencias que pueden traer nuestros actos y aunque sabemos que no deberíamos hacer algunas cosas las tendemos ha ser, porque se produce dicha disonancia, que es aquello que nos impulsa actuar aun sabiendo que no lo deberíamos hacer, existe algo que Freud denomina pulsión, será aquella energía la culpable de nuestros arranques, será la pulsión libidinal la que nos moviliza actuar pasando sobre la pulsión de vida, para aquellos que no conocen sobre psicología cuando hablamos de pulsión libidinal nos referimos aquella energía que nos moviliza al acto, a satisfacer el deseo, busca el placer y quiere satisfacción inmediata, en cambio la pulsión de vida o pulsión yoica, es aquella energía que nos moviliza a sobrevivir, es la encargada de mantenernos vivitos y coleando, es la que impulsa al bebe a mamar el pecho de su madre, o la que nos obliga alimentarnos cuando estamos fatigados, el problema es que estas dos formas de energía tienden a chocar, el deseo a veces amenaza la supervivencia, sin embargo igual existen los infieles, a pesar de la culpa que puede movilizar, eres infiel o engañas a tu amigo, por lo tanto llegare a la conclusión que toda la culpa la tiene la pulsión libidinal la cual esta relacionada con el ello, o mas bien conocido como el ángel malo y el bajo súper yo que algunas veces ni siquiera se hace presente para sentir culpa, entonces cuando pasa lo que mencione ultimo funcionamos como psicópatas, actuamos sin pensar en consecuencias y lo peor de todo es que la culpa queda bien guardada, ni siquiera te acuerdas de esa palabra.
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Bendito sea Freud que tuvo la mente para poder nombrar eso que sucede, entonces desde ahora podré comprender el porque de las cosas, y ustedes podrán nombrar aquello que no entendían.