17 de octubre de 2008

Dejar Partir


El día de año nuevo supe que sería un año de soledad, donde iba a tener que enfrentar uno de mis mayores conflictos internos, el abandono, es difícil lidiar con la ausencia, sobre todo cuando has sido abandonado antes de llegar a la vida, el no poder realizar una reparación o un cierre de ciclo deja abierta muchas puertas y ventanas, que suelen permanecer de esa forma toda la vida, por lo que no nos queda otra que la aceptación, el entendimiento y el perdón, aunque muchas veces sea complejo y largo el camino, en algún minuto la vida te encamina para que no dejes de hacer lo necesario para avanzar.

En marzo mis dos hermanas se fueron a vivir a Santiago, fue un hecho difícil, y creo que aun lo es, no podría decir que no me paso nada, todo lo contrario, miles de sensaciones abordaron mi corazón reaccionando solo con lagrimas que manifestaban la melancolía que me producía el verlas partir. Luego comencé a entender que el hecho de que mis hermanas se fueran no solo las implicaban a ellas si no también a mi madre, quien desde el día que di el primer respiro ha estado a mi lado, pero ahora le veía partir y no sabía cuando regresaría.
Fue así como comenzó este año, y al mirar hacia atrás me doy cuenta lo difícil que fue, pero como siempre digo, “difícil pero no imposible”. Y ahora, mi amiga y colega también decidió partir, la gran diferencia es que ella no se va a otra ciudad si no a otro continente y sé que cuando la necesite ya no estará a mi lado para darme un abrazo… Por un lado siento una inmensa alegría, siempre fue su sueño irse a otro país, y yo siempre supe que lo haría, pero ahora que se acerca el momento es difícil aceptarlo sin dolor.

Anoche me despedí de mi conserje, es gracioso como personas que no conoces pueden formar parte de tu vida, se fue a trabajar a otro departamento, el estaba muy feliz, yo por mi parte nuevamente tuve sentimientos encontrados.

Hoy mi compañero de trabajo que con el tiempo se ha transformado en un gran amigo, me conto que también partiría y fue luego de nuestra conversación de hoy que entendí lo que la vida quería enseñarme, por lo que me senté frente a mi computador y escribí en mi espacio que tenia abandonado.

Porque las casualidades no existen, porque nada es porque si, el abandono nuevamente toca mi vida, lo importante es que ahora soy consciente por lo tanto me permito sentir pena, dejando a un lado la maldita represion que solo nos bloquea nuestras sensaciones. solo me queda desearles suerte a todas aquellas personas que parten de mi lado y como dice el dicho manden frutas... verdes eso si... para que lleguen maduras...