La vida pasa tan rápido, pensaba en
la mañana, es increíble lo veloz que va el tiempo, tanto así que en muchas
ocasiones no alcanzas a darte cuenta de lo que está sucediendo en tu vida,
cuando ya cambio casi por completo, si miro hacia atrás siento que todo ha
pasado tan rápido que no alcance a tomar consciencia de lo que estaba pasando, y
si reflexiono con mi cotidianidad, el día es tan rápido que no logro asimilar
lo hermoso del día, cuando me ducho, el rico aroma del shampoo o el olor a ropa
limpia, con lo rápido de la mañana no alcanzo a disfrutar el despertar junto a
mi esposo, el beso de buenos días o su olor al perfumarse, no logro tomar
conciencia que me mira dulcemente mientras me visto y que le da risa mi forma
de arreglarme el pelo. Luego rápidamente al auto para no llegar tarde al
trabajo, mientras vamos en camino me maquillo tan rápido que no alcanzo a ver
lo hermoso de la mañana, las casas mojadas con el sereno, los árboles, las
flores despertando y el exquisito olor a pan de las panaderías... después… el
beso de despedida es tan exprés que no alcanzo a darme cuenta que bese sus
labios y que no volveré a besarlos hasta la tarde…
Y así vamos… día a día, sin ser conscientes del tiempo, sin darnos cuenta que muchas cosas jamás volverán a pasar y existen personas que no volveremos a ver, se nos va la vida y no vemos las cosas que debemos realmente disfrutar…
Es urgente y necesario hacer un
stop, permitiéndonos tomarnos el tiempo de disfrutar, vivimos al filo de los segundos,
solo sobreviviendo… no más futuro, no más estrés, no más de perder tiempo
valioso en huevadas que se van y no dejan nada. A disfrutar a las personas que
queremos, cuidemos nuestro tiempo, nuestro cuerpo y dediquemos tiempo a
llenarnos de recuerdos, ya que solo de esta forma encontraremos paz y
tranquilidad, porque al mirar atrás nos daremos cuenta que realmente vivimos!!!
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