6 de septiembre de 2012

Vivir de Dos

Hace unos días celebre 10 meses de matrimonio y es inevitable tomarse el tiempo y hacer un análisis de las circunstancias… creo que jamás olvidare el primer mes, era tan angustioso que llegara la noche y me tuviera que dormir en mi nueva casa, sin ir a "mi" casa, sin estar en mi pieza, viendo mis programas de televisión, mientras simultáneamente, me miraba mi cara en el espejo y buscaba cualquier levantamiento fuera de lo normal, o leía tranquilamente mi Cosmopolitan del mes, disfrutando un exquisito chocolate que podia comerme completamente sola...
Fue tan extraño en un comienzo, sobre todo cuando llegaba la noche y sentía que había estado todo el día fuera de "mi" casa, de mi espacio privado de tranquilidad y confidencias… incluso debo reconocer que llore en varias ocasiones, sentía un nudo en la garganta al mirar mi nueva cama compartida y adaptarme a un solo lado de la cama, mi habitación sin mi estilo personal, si no con decoraciones neutras y por otro lado a decidir o mejor dicho intentar ganar por ver un programa de televisión… que difícil es vivir de dos, que difícil es dejar nuestro espacio, nuestra privacidad…
Que difícil es ser responsable de tu vida y la de tu nueva familia, el limpiar, cocinar, comprar en el supermercado, pagar las cuentas, en fin… todo lo que implica vivir sin tus padres, pero afortunadamente y aunque existieron infinitas lagrimas y nudos de garganta nunca hasta ahora eh sentido un arrepentimiento por haber dado el siguiente paso, fuera de todo lo difícil que fue el primer mes, tenia al compañero perfecto para secar mis lagrimas y con un dulce beso desvanecer el nudo en mi garganta, quien con un abrazo y agilidad consigue robarme el control remoto, quien me lleva ricos desayunos y con quien estoy aprendiendo a compartir mi vida, compartir mis sueños y buscar nuevos proyectos.
Llevo 10 meses casada y puedo decir que cada día me siento más en paz, ahora mi casa no es donde antes de casarme vivía con mi madre, ahora me encanta y disfruto mi lado de la cama, también aprendí a esconder de mejor manera el control remoto y a convencer a mi marido de ver el programa que a mí me gusta y por otro lado… poco a poco, voy transformando esas decoraciones neutras… a nuestras decoraciones.

No hay comentarios.: