Siempre he escuchado que los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez… en cambio las mujeres se pintan, se peinan, llaman por celular, ven a sus hijos y para rematar conducen su automóvil, es increíble que siendo ambos seres humanos seamos tan diferentes. Biológicamente los científicos han encontrado la respuesta en el cerebro, psicólogos hablan del proceso de identificación, sociólogos en cambio discuten sobre los roles sociales, pero sea el nombre que lleve hay que reconocer que existen diferencias entre hombres y mujeres, y de alguna manera aquellas diferencias hacen el exquisito complemento.
Pero donde esta realmente la magia de la atracción, si somos tan diferentes, incluso llegamos a caer en la necesidad de buscar libros que nos ayuden a la comprensión del otro, como aquel libro que me ayudo bastante, Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus, donde trata el autor de explicarnos mediante la metáfora de los marcianos las diferencias entre los sexos y es que de alguna manera el hecho que nos comparen con seres extraterrestres que viven es diferentes planetas no es casualidad, si la diferencia que existe entre unos y otros es tan grande que a veces he pensado que los hombres vienen de otro planeta, que hablan otro lenguaje y que el entendimiento entre ellos es increíble, están sentados frente a la televisión y solo basta un par de gestos para que su igual entienda perfectamente que su compañero necesita que le alcance la cerveza, sus diálogos solo se resumen a historias cortas sin grandes detalles, tienen la capacidad de irse de compras sin necesitar a un amigo que les ayude a ver que tal le queda el pantalón, se demoran en promedio 20 minutos y pasan al lado del gran cartel que dice oferta o lleve dos y pague uno y ni se inmutan. Que un hombre acompañe a una mujer de compras es casi imposible, nos demoramos en promedio 120 minutos y no solo necesitamos a un amiga que nos acompañe vamos con todo el batallón y todas vamos de compras, los carteles de ofertas o lleve dos y pague uno activan nuestro cerebro haciéndonos comprar compulsivamente y muchas veces ni siquiera usamos aquel valioso producto en oferta.
Y es que es difícil comprender como a veces dos seres tan diferentes pueden ser felices, o pueden congeniarse a tal punto de necesitarse el uno al otro. Y por otro lado existirá ese complemento perfecto… Cuantas personas realmente tienen la fortuna de encontrarse con el perfecto amor.
También una vez escuche que los hombres de una u otra manera son un mal necesario y a las mujeres no hay que entenderlas sino quererlas, y puede ser que de alguna manera en esta sociedad donde la relación femenino masculino sea una competencia ambos nos necesitamos, no es casualidad que se necesiten dos sexos distintos para mantener nuestra especie, y puede que no necesitemos ese complemento perfecto para ser felices, solo basta con querer ya que de alguna u otra manera querer siempre es poder….
Pero donde esta realmente la magia de la atracción, si somos tan diferentes, incluso llegamos a caer en la necesidad de buscar libros que nos ayuden a la comprensión del otro, como aquel libro que me ayudo bastante, Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus, donde trata el autor de explicarnos mediante la metáfora de los marcianos las diferencias entre los sexos y es que de alguna manera el hecho que nos comparen con seres extraterrestres que viven es diferentes planetas no es casualidad, si la diferencia que existe entre unos y otros es tan grande que a veces he pensado que los hombres vienen de otro planeta, que hablan otro lenguaje y que el entendimiento entre ellos es increíble, están sentados frente a la televisión y solo basta un par de gestos para que su igual entienda perfectamente que su compañero necesita que le alcance la cerveza, sus diálogos solo se resumen a historias cortas sin grandes detalles, tienen la capacidad de irse de compras sin necesitar a un amigo que les ayude a ver que tal le queda el pantalón, se demoran en promedio 20 minutos y pasan al lado del gran cartel que dice oferta o lleve dos y pague uno y ni se inmutan. Que un hombre acompañe a una mujer de compras es casi imposible, nos demoramos en promedio 120 minutos y no solo necesitamos a un amiga que nos acompañe vamos con todo el batallón y todas vamos de compras, los carteles de ofertas o lleve dos y pague uno activan nuestro cerebro haciéndonos comprar compulsivamente y muchas veces ni siquiera usamos aquel valioso producto en oferta.
Y es que es difícil comprender como a veces dos seres tan diferentes pueden ser felices, o pueden congeniarse a tal punto de necesitarse el uno al otro. Y por otro lado existirá ese complemento perfecto… Cuantas personas realmente tienen la fortuna de encontrarse con el perfecto amor.
También una vez escuche que los hombres de una u otra manera son un mal necesario y a las mujeres no hay que entenderlas sino quererlas, y puede ser que de alguna manera en esta sociedad donde la relación femenino masculino sea una competencia ambos nos necesitamos, no es casualidad que se necesiten dos sexos distintos para mantener nuestra especie, y puede que no necesitemos ese complemento perfecto para ser felices, solo basta con querer ya que de alguna u otra manera querer siempre es poder….
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